Si tu ingreso no es suficiente para obtener el financiamiento que necesitas, puedes unir fuerzas con tu pareja o incluso algún familiar y comprar
En México se estima que 35 por ciento de los
créditos hipotecarios vigentes son mancomunados porque, como reza el dicho, “la
unión hace la fuerza”. Y es una frase muy importante a la hora de solicitar un crédito
hipotecario, pues tanto los bancos como el Infonavit y el Fovissste aceptan la
posibilidad de mancomunar el ingreso de dos personas para que puedan
incrementar su capacidad de endeudamiento.
Aunque la gran mayoría de
los créditos mancomunados del mercado son conyugales, es decir, entre
matrimonios legalmente constituidos —con un acta civil de por medio—, no todas
las instituciones
financieras limitan esta
posibilidad a parejas de casados. Algunas entidades financieras permiten la
unión de esfuerzos a parejas que viven en concubinato y a personas vinculadas
por lazos familiares, como hermanos o padres e hijos. “Algunos bancos aceptan
lo mismo a esposos y concubinos que a parejas del mismo sexo. Unos piden actas
de matrimonio, de sociedad de convivencia o exigen que quienes viven en
concubinato tengan un hijo en común.
Cada institución tiene sus propios criterios”,
Un CRÉDITO MANCOMUNADO requiere de un análisis previo de tu situación financiera familiar y de la estabilidad de la pareja. Recuerda que es una deuda entre dos a largo plazo.
explica Fernando Soto-Hay,
director de Tu Hipoteca Fácil.
Quién pone qué
En un crédito mancomunado,
los bancos y Sofoles consideran tanto tus ingresos como los de tu pareja o
familiar para determinar el monto que pueden prestarles; asimismo, los dos
adquieren por igual los derechos y obligaciones que marca el contrato. Los
requisitos son los mismos que para un crédito individual.
“Si bien es un solo
crédito, evaluamos a las dos personas bajo los mismos criterios. Revisamos su
buró de crédito, solicitamos referencias personales y comerciales y demás
documentos”, señala Adolfo Loria, director de Estrategia y Productos
Hipotecarios en Santander.
Un punto importante que
debes considerar es que si tú o tu pareja tienen un historial irregular o mal
calificado en el Buró de Crédito, ello puede afectar el trámite a tal grado que
su solicitud sea rechazada, sin importar que el crédito esté nada más a tu
nombre.
Si el crédito se aprueba,
ambos firmarán el contrato. Aunque el que aporte mayor ingreso a la combinación
será reconocido como acreditado y el otro como coacreditado, su situación será exactamente
la misma: tendrán las mismas responsabilidades y beneficios; estarán obligados
a pagar el préstamo según lo convenido con la institución y, al liquidar, los
dos serán dueños del inmueble.
Sin importar el ingreso que
aportes a la combinación o al pago de las mensualidades, el contrato determina
que, tras de la liquidación del préstamo, cada uno será propietario de 50 por
ciento de la vivienda, bajo la figura de copropiedad, a menos que tú y tu pareja
indiquen una instrucción diferente al inicio del proceso de
acreditación.
Casado y asalariado
En el caso del Infonavit y
el Fovissste hay varias opciones para créditos mancomunados y operan de manera
distinta a como sucede en un banco o Sofol. Para empezar, sólo contemplan
créditos conyugales, aunque cada uno tiene sus propias reglas.
Infonavit
Si cotizas para el
Infonavit debes saber que sólo existe el crédito conyugal y puedes solicitarlo
si tu matrimonio está legalmente constituido y tanto tú como tu pareja son
derechohabientes de
esa institución. En 2010 se
otorgó el primer crédito conyugal a una pareja del mismo sexo, unida civilmente
en sociedad de convivencia, que es equivalente al matrimonio tradicional. En
este esquema la pareja tiene acceso a dos créditos; el que precalifique con el
monto más alto obtiene el ciento por ciento, mientras que el otro recibe hasta
75 por ciento de su capacidad de crédito. Ambos préstamos se pagarán vía nómina
y plantean los mismos requisitos que los créditos del Infonavit: que su
relación laboral esté vigente, tener 116 puntos acumulados y estar al corriente
con las aportaciones patronales
Opciones de Crédito Mancomunado.
¿Y si me divorcio?
“La situación del crédito no cambia en
nada con un divorcio: se mantienen los acuerdos del contrato, a
menos que el juez emita una orden para
cambiarlos y determine quién seguirá pagando y de quién será la
propiedad cuando se liquide. Una vez
que se emita el acuerdo legal, la ex pareja debe acudir a la institución
financiera para hacerlo efectivo”,
agrega Loria.
Independientemente de las implicaciones
emocionales de un divorcio, el abogado Bourget recomienda que todo acuerdo verbal
de división de bienes adquiera el estatus de convenio legal. “En él se debe
señalar quién seguirá pagando la hipoteca y firmar la cesión de derechos que se
haya convenido para determinar quién se quedará con la casa ya pagada”.
De créditos y Sentimientos
Georgina Navarrete, Gracias
Todo esto y más lo encontraras en la revista metros cúbicos
Edición Mayo-Junio
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